Consejos para disfrutar de un día de playa en compañía de tu perro
¿Eres de los que haces todos tus planes pensando en tu fiel peludo? En verano qué mejor plan que ir a la playa juntos para refrescaros y llevar mejor el calor. Sí que es verdad que hasta hace unos años era mucho más complicado, pero ahora cada vez hay más playas en las que se permite que vayamos con nuestros perros sin ningún tipo de problema. Sólo tenéis que buscar la playa más cercana y después seguir los consejos que os damos a continuación, para que esta escapada sea lo más divertida posible y no os olvidéis de nada.
Cosas que debéis hacer antes, durante y después de ir a la playa
Lo primero que tenéis que hacer, como ya hemos dicho, es comprobar a qué playas podéis ir y una vez la tenéis localizada es el momento de hacer la mochila, y no sólo la vuestra sino también la de vuestro compañero, en la cual es muy importante que llevéis:
- Su documentación.
- Alguna chuche por si le queremos premiar.
- Su bebedero y una botella con agua. Si vais a estar mucho rato fuera, también debéis llevarle el bol con su comida.
- Un juguete que se pueda mojar y flote para jugar en el agua.
- Bolsas para recoger sus necesidades y mantener la playa en perfecto estado.
- Una sombrilla para que pueda descansar cuando desee.
- Y, por último, crema solar, algo imprescindible y que muchas veces se nos olvida. Ideal para las zonas con poco pelo y poca pigmentación.
- También es muy recomendable llevar protectores de almohadillas para las almohadillas plantares de perros.
Una vez estamos en la playa, es muy importante que no esté mucho rato expuesto al sol y que descanse en una zona de sombra, ya sea natural o debajo de la sombrilla que habíamos traído. Además, también debemos tener en cuenta que la arena quema mucho y al igual que a nosotros nos duelen los pies si la pisamos descalzos, a ellos también.
Incluso, la arena caliente puede llegar a causarles heridas graves en las almohadillas de sus patas, por esta razón a la hora de hacer la mochila, os hemos recomendado coger unos protectores para sus almohadillas plantares que les ayudarán a que no se quemen.
También es importante que estemos atentos a las condiciones del mar y que se bañen cuando no haya mucha corriente y en zonas poco profundas para evitar problemas. De la misma forma, también debemos estar pendientes de que no haya medusas o erizos y de que en la tierra no haya cristales rotos, anzuelos, latas y otras cosas peligrosas.
Por último, también es vital que os acordéis de darles agua a menudo y no agua del mar, ya que esto les podría causar problemas, sino el agua que nos hemos llevado previamente en la mochila. Y recordad al llegar a casa bañar bien a vuestro perro, porque el agua salada les puede provocar sequedad de la piel y picores, y hacer que el perro se rasque sin parar y se provoque una dermatitis. ¡A disfrutar!
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