¿Tu perro se marea cuando viaja en coche?
Son muchos los canes que lo pasan mal cuando viajan dentro de un vehículo, ya que se marean, se sienten aturdidos e incluso sienten la necesidad de vomitar. Es un problema que afecta al 25% de los perros y los cachorros acostumbran a ser los más perjudicados, ya que tienen el sistema auditivo más inmaduro y eso les dificulta el mantenimiento del equilibrio.
Hay varios motivos por los que un perro se marea:
- Porque es la primera vez que viaja en coche y no está acostumbrado.
- Porque ha comido justo antes de salir.
- Porque está alterado.
- Porque no se encuentra bien.
- Porque tiene algún problema en sus oídos.
- Por miedo al movimiento del coche.
Los síntomas previos al balanceo son muchos, pero los más frecuentes son los gemidos, ladridos, temblores, babeos, salivación excesiva, agitación, jadeos, ansiedad, estrés, pereza o bostezos.
¿Hay alguna solución eficaz?
- Como pasa con la mayoría de problemas, la solución pasa por visitar a un veterinario para comentarle el problema. De este modo podrá examinar a tu fiel amigo y determinar si existe alguna anomalía al respecto. También existen algunos fármacos específicos para reducir el mareo.
- Otra solución es que viaje de una forma adecuada, es decir, ubicar al can en un lugar específico como puede ser un trasportín adaptado a su tamaño o necesidades, en el maletero con una reja protectora en los asientos traseros del vehículo o en un asiento adaptado y con un cinturón para perros.
- Darle de comer después del trayecto. De este modo es menos probable que su estómago se revuelva. Reserva su comida natural para perros para un momento en el que se sienta relajado, para que disfrute de una mejor digestión.
- Durante
el trayecto es importante que se encuentre relajado, sin nervios ni
estridencias. Para conseguir este clima lo mejor es:
- Pasear y jugar antes de salir para que esté cansado y contento.
- Entrar en el coche de forma calmada, sin gritos.
- Elegir música armoniosa con volumen más bien bajo.
- Si el perro se inquieta lo mejor es intentar tranquilizarlo sin estresarlo.
- Podemos hacer alguna parada durante nuestro recorrido, para que respire aire fresco y pueda relajarse. Es una manera de decir a nuestro amigo que no va a estar muchas horas seguidas de viaje en el coche. Es un buen momento para que haga sus necesidades y ofrecerle un poco de agua.
- También es importante la temperatura del coche, que debe rondar los 20 grados.
- Para convertir tu coche en un lugar agradable y acogedor es imprescindible que tu amigo de cuatro patas se acostumbre a estar en él. Por eso lo mejor es que un día le invites a entrar cuando el coche esté aparcado, dejando las puertas abiertas para que entre y salga y vea que no pasa nada, ofreciéndole recompensas y haciéndolo todo mediante el juego.
- También le ayudará si le preparamos una toalla, mantita o juguete para que le relaje durante el viaje, y esté lo más cómodo posible.
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