¿Cómo ha afectado el confinamiento a nuestros perros?
Los perros son animales de hábitos, es decir, que necesitan de las rutinas y los horarios para mantener un buen comportamiento e, incluso, una buena salud. De hecho, es esta falta de rutina o estos cambios de hábitos que hemos vivido todos durante el confinamiento lo que ha podido afectar más a nuestros peludos.
Hemos pasado 24 horas con ellos y esto, en realidad, puede parecer que sólo tiene consecuencias positivas, porque les damos más compañía que antes, pero en realidad es un cambio muy brusco. Hemos pasado de dejarles solos hasta 6 y 8 horas a estar todo el día encerrado con ellos. Está claro que estar con ellos a la larga es bueno para ellos, pero tardan un tiempo en volverse a acostumbrar sin entender muy bien el porqué de ese cambio.
Otro de los cambios que hicimos es que las rutinas de paseos y de comer cambiaron y les dimos más comida o premios de la cuenta para entretenerlos o porque pasamos más tiempo con ellos.
El tiempo de paseo se vio disminuido, porque podíamos sacar a nuestro perro, pero sin alejarnos más de un kilómetro, justo para que hiciese sus necesidades. Esto quiere decir que los paseos eran mucho más repetitivos, no se cansaban tanto ni tampoco socializaban demasiado con otros perros, porque lo que intentábamos era precisamente no tener contacto con nadie, debido a la pandemia.
Algunos perros no han presentado problemas de conducta después del confinamiento, pero otros sí que han hecho visible algunos cambios en su comportamiento como, por ejemplo:
- Ansiedad por separación; Al volver a la nueva normalidad, los peludos dejan de tener compañía 24/7 y vuelven a quedarse solos como antes, sin previo aviso, y esto les genera estrés por volver a estar solos.
- Problemas para socializar con otros perros; Al estar tan aislados durante tanto tiempo, al volver a la normalidad, se ven un poco perdidos y no saben muy bien cómo relacionarse con los suyos, aunque esto volverá a solucionarse rápidamente con el tiempo.
Consejos para ayudarles a superar estos daños colaterales
Implanta unas rutinas claras y síguelas al pie de la letra y de forma gradual, para que entienda qué tipo de hábitos estas creando. Puedes empezar por decidir el horario del paseo matutino y hacerlo lo más largo posible, para que tenga tiempo de olisquear, socializar, correr y cansarse, antes de quedarse solo.
Después del paseo, al llegar a casa, es el mejor momento para asear sus patas y hocico y preparar su plato de comida, ya que después de hacer ejercicio tienen hambre y sumando el cansancio y la ingesta de comida es mucho más probable que se quede más tranquilo y que tenga más ganas de dormir, de modo que tu ausencia será más llevadera. Son algunas pautas que le ayudarán a volver a la normalidad de forma gradual y a entender cómo va a ser su día a día a partir de ahora.
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