10 trucos infalibles para refrescar a un perro cuando hace mucho calor
Un jadeo constante e insistente, un goteo de la lengua, la trufa y las almohadillas húmedas… si detectas estos síntomas en tu perro, lo más posible es que tenga calor.
Y es que nuestras mascotas sufren con las altas temperaturas del verano, igual que nosotros. Hay muchos trucos para conseguir que estén más cómodos y frescos, y algunos te van a sorprender porque son exactamente lo contrario de lo que esperabas.
Camas refrigeradas, helados para perros o pequeños cambios en la alimentación te ayudarán a que tu perro pase mejor los días más calurosos del año.
10 trucos fáciles para refrescar a un perro
Los consejos que te proponemos en este post son variados. Algunos se refieren a los cuidados que puedes darle a tu perro, tanto de higiene como de alimentación o de rutinas. Otros son gadgets que le ayudarán a soportar el calor y que seguramente no sabías ni que existían.
- Colchón refrigerado. Sí, sí, como lees. Son alfombrillas o camas que tienen en su interior un gel no tóxico que se refrigera de manera automática al absorber el calor corporal de tu mascota. No hay que ponerlo en la nevera ni el congelador, ni funciona con electricidad.
- Su propia piscina. Hay muchos perros que disfrutan bañándose en el agua. Así que, si tienes opción por espacio en tu casa, puedes instalarle al tuyo una piscina para él. Se fabrican con materiales muy resistentes y antideslizantes, la mayoría son plegables y miden 30 cm de alto y entre 120 y 160 cm de diámetro. Un baño en el río o en la playa también es una buena alternativa si no tienes espacio para una piscina.
- Refrescarle zonas clave. Mojar el pelo de tu perro no siempre es la mejor idea para refrescarle. Y es que hay unas zonas concretas de su cuerpo que son mucho más efectivas a la hora de rebajar su temperatura corporal. Si le mojas o humedeces con agua fría el vientre, las almohadillas de las patas y el interior de las orejas, con cuidado de que no le entre agua en el oído, le ayudarás a soportar mejor el calor.
- A la sombra todo el día. Puede ser un árbol, una sombrilla o un rincón de la casa que sepas que se mantiene a la sombra. Es importante que el perro pueda resguardarse del sol cuando está en el exterior. Y como el sol se mueve a lo largo del día, debes controlar que tenga un rincón a la sombra para la mañana y otro para la tarde.
- Cubitos en el agua. ¿A ti te refresca beber agua “caliente”? Pues a tu mascota tampoco. Así que asegúrate de que siempre tiene agua limpia a su disposición y, siempre que te sea posible, refréscala con unos cubitos de hielo. También es importante que tengas un bebedero portátil para cuando lo saques a pasear. Mantenerlo hidratado es básico.
- La hora del paseo. Es posible que debas cambiar un poco el horario de salidas y paseos. Para evitar las horas de máxima insolación, sal pronto por la mañana y retrasa el paseo de la noche. La salida será mucho más agradable para ambos.
- Cortar el pelo, ¿sí o no? Aunque a ti te parezca que el pelo da calor a tu perro, no es así. Al contrario, el pelo es una protección frente al calor, y dejar la piel del perro al descubierto sí podría ser un problema. En cualquier caso, plantéaselo al veterinario, él sabrá darte una respuesta adecuada. Lo que sí se recomienda es cepillar al perro a menudo, para eliminar el pelo muerto que no cumple ninguna función.
- Que corra el aire. Si dejas al perro solo en casa, deja alguna ventana entreabierta e intenta que haya un poco de circulación de aire o ventilación cruzada. En caso de que no puedas, un pequeño ventilador e incluso el aire acondicionado programado para que se ponga en marcha de vez en cuando harán que tu perro se sienta más cómodo.
- ¿Y con la comida? Puedes probar a alternar su comida habitual con comida húmeda (en lata), que tiene un mayor porcentaje de agua y posiblemente le ayude a pasar el calor. Descubre cuál es la mejor alimentación natural, tanto húmeda como seca, que puedes ofrecerle a tu perro.
- Viajar con confort. Si vas a hacer un viaje en coche con tu perro, intenta que tenga su propio espacio, que el aire se renueve dentro del automóvil y que la temperatura interior sea fresca. No te pases con el volumen de la música y conduce con suavidad, todos estos factores podrían aumentar el estrés en tu perro y sumarse a los efectos negativos del calor.
Comments (0)