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Las órdenes básicas que debes enseñar a tu perro

Llega un cachorro a casa. Tienes sus comederos, su camita, la mejor comida para él… Pero, además de acostumbrarse a su nueva casa, el perro necesitará unas pautas de comportamiento.

El adiestramiento de los perros es básico a la hora de tener una convivencia tranquila y basada en el respeto tanto por parte del perro como de la familia. Quizás ahora es pequeño y todo lo que haga hará gracia (incluso sus pipis o que muerda algún mueble), pero el perro crecerá y si las bases no están bien aprendidas, su comportamiento puede ser un problema.

Las claves para enseñar a un cachorro

Son 3: educación en positivo, paciencia y cariño.

Educación en positivo: regañar a un cachorro cuando haga algo mal no es muy productivo y suele ser contraproducente. Es mejor ser contundente pero sin gritos y, por supuesto, nunca hay que recurrir a la violencia. Y es más efectivo premiarle cuando haga algo bien.

Paciencia: los perros son animales muy inteligentes, pero necesitan su tiempo para aprender, no esperes que todo te salga bien a la primera. El cachorro aprenderá a base de repeticiones.

Cariño: lo haga bien o mal, el perro debe saber que le quieres. Los mimos, los abrazos, las caricias… siempre los agradecerá.

Las 3 órdenes básicas que debes enseñar a tu cachorro

Lo más recomendable es empezar por órdenes sencillas de entender para él, aunque sea un cachorro, o precisamente por eso, verás que acabará asimilándolas.

1. Sentarse

Procura utilizar una palabra corta y acompañarla de un gesto que refuerce la acción, para que le sea más sencillo de recordar. Puede ser la palabra “sit”, acompañada de tu dedo índice mirando hacia abajo, para que entienda que debe sentarse, lo más importante es que todas las normas que le quieres enseñar siempre las hagas de la misma manera.

2. Quedarse quieto

Esta es una de las órdenes más difíciles de conseguir, pero de las más importantes en muchos momentos, sobre todo si tiene que parar porque llegáis a un lugar en el que pasan coches, si se va muy lejos y quieres que te espere, si se va corriendo y no le alcanzas o necesitas que venga por algún motivo.

Esta norma puedes enseñarla de un modo muy sencillo y es aplicando la primera norma “sit” y poniendo tu mano plana como señal de “stop” a unos centímetros de sus ojos e ir diciendo “stop” o “quieto” o de forma reiterada, mientras te vas alejando de él y mantienes la mano en esa posición.

Empieza con una distancia corta y ves alargando la distancia y cuando lo creas conveniente dale la orden de “go”, “ya” o “va”, para que entienda que ya puede venir a buscarte o seguir corriendo. Puedes reforzar esta orden con un silbido característico, siempre igual. Esto te permitirá disfrutar de paseos al aire libre y sin correa (siempre que la normativa lo permita), porque sabes que cuando sea necesario acudirá a tu llamada.

3. No tirar de la correa

Otra de las normas básicas y de las que más nos cuesta implantar es que camine junto a nosotros, sin que tire de la correa. En el momento en el que empiece a tirar de la correa debes hacer que se siente y esperar un momento hasta que esté más calmado y después reanudar la marcha y decirle “junto”, “cerca” o alguna palabra que identifique la acción de ir cerca de ti sin tirar.

Si no te obedece dile “no” y vuélvelo a sentar. Esta orden se basa en la paciencia y puedes reforzar esta idea dándole croquetas Picart Select como premio o algún juguete que sólo utilices para este tipo de momentos.

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