Cómo proteger a tu perro de los “peligros” de la primavera
¿Peligros de la primavera?, pensarás… Sí, porque aunque la primavera es una estación preciosa, con temperaturas agradables, una naturaleza llena de vida y color y días cada vez más largos, también trae consigo algunas complicaciones.
Alergias, insectos y astenia son típicos de la primavera y los humanos los sufrimos en mayor o menor grado… igual que los perros. Ellos también pueden tener alergia, ser atacados por insectos y sufrir los efectos de la astenia.
Los perros también tienen alergia
El polen es la principal causa de alergia primaveral en los perros. Si detectas que tu mascota se rasca en exceso, tiene los ojos llorosos o alguna mancha o erupción en la piel, puede que sea alérgico al polen.
Intenta evitar que pasee entre campos de flores o espigas, lávale bien las patas y el hocico tras cada paseo (cuidado, que no se le queden húmedas) y llévale al veterinario para que le recete algún tratamiento si lo cree necesario.
A los perros también les pican los mosquitos y otros insectos
Los parásitos externos más habituales en los perros son las pulgas y las garrapatas y es importante hacer una prevención durante todo el año para evitarlos. Hay varios métodos, como collares, pipetas o pastillas (consulta con tu veterinario cuál es el más adecuado para tu perro).
Pero los perros también sufren el ataque de otros insectos que proliferan en primavera. Mosquitos, arañas, orugas… pueden picar a tu perro y causarle problemas de salud.
Mosquitos: además del típico picor tras una picadura de mosquito, estos insectos también son portadores de la Leishmaniosis, una infección que puede acarrear consecuencias graves. Más allá de reacciones cutáneas, si la Leishmaniosis no se detecta y se trata puede provocar lesiones oculares, articulares y problemas renales. Existen tratamientos para proteger a tu perro frente a los mosquitos (collares y pipetas son los más habituales), pídele consejo a tu veterinario.
Arañas: por lo general, la picadura de una araña causará picor o escozor al perro y un enrojecimiento de la piel, pero hay arañas que son tóxicas para los perros y les pueden provocar síntomas más graves, como dolor intenso, debilidad o parálisis, fiebre, vómitos o diarrea, descoordinación… Si detectas una picadura con hinchazón o rojez en tu perro (generalmente les suelen picar en las zonas con menos pelo) o alguno de los síntomas anteriores, llévale al veterinario para que lo examine.
Procesionaria: esta oruga hace nido en los pinos (unas bolsas blancas entre las ramas) y con el calor los huevos eclosionan y las orugas bajan al suelo formando una hilera. Su cuerpo está recubierto con unos filamentos muy tóxicos para personas y animales que provocan picor, hinchazón y dolor con solo rozarlos. En el caso de los perros, el mayor peligro consiste en que lamen o ingieran una de estas orugas, porque podría ser mortal. Irritación de la cara, las patas o las zonas que hayan entrado en contacto con la procesionaria e inflamación de la lengua (o úlceras) son los síntomas más habituales que deben ser tratados de inmediato por un veterinario. Intenta evitar los paseos por bosques de pinos en esta época o vigila mucho los caminos por los que paseas con tu perro para evitar la procesionaria.
Parásitos internos: lombrices intestinales, gusano del corazón… en primavera los parásitos internos que afectan a los perros también están en pleno auge, a consecuencia del aumento de las temperaturas. Es importante que tu perro siga un control antiparasitario durante todo el año, para evitar los parásitos internos. Si tu perro tiene vómitos o diarreas, decaimiento o tos, llévale al veterinario para evaluar su origen y tomar las medidas necesarias.
Otros peligros de la primavera para los perros
Los perros también acusan el calor y no tienen la capacidad de sudar para regular la temperatura corporal, así que evita sacarlo a pasear en las horas de mayor insolación y asegúrate de que tenga acceso a agua fresca y limpia tanto en casa como durante los paseos. En casa, proporciónale rincones sombreados para que pueda descansar sin calor.
Igual que los humanos, los perros pueden sufrir astenia primaveral. Se sentirá más decaído, con falta de vitalidad, somnoliento y con menos apetito de lo normal. Estos síntomas no son graves y suelen desaparecer a los pocos días.
Y recuerda: es básico que tu perro esté al día de la vacunación. Una buena prevención es la mejor arma para proteger a tu mascota.
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